"Zeus", ese es el nombre de mi mejor amigo. Siempre ha estado ahí para mi; en las buenas y en las malas pero ahora... hice una tontería y tengo miedo que por eso, nuestra amistad haya válido madres.
Zeus es el tipo de chico del que cualquiera se enamoraría ( o al menos yo pensaba eso). Siempre me había gustado, pero no me atrevía a decirle porque, pues, éramos amigos y yo tenía mis ondas con otros hombres (al final siempre terminaba llorando en en el hombro de Zeus). De un tiempo para acá empezamos a vernos casi diario, llegué a plantearme la posibilidad de una relación con él, pero llegó Diciembre y él se fue a Hidalgo por casi un mes. En ese tiempo, lo extrañé pero no taaaanto cómo yo pensé. Salí con otros y llegué a la conclusión de que lo mejor era no arruinar la bonita amistad que teníamos. Zeus regresó, yo fingí demencia y seguimos cómo si nada. ¡Ja!, "cómo si nada", sí, claro...
Hace unas dos semanas, Zeus estaba consolándome, cómo de costumbre, pero él me dijo que me quería y que siempre estaría ahí para mí. No le pregunté en que forma "me quería". Me acompañó a mi casa, cómo siempre (vivimos a 10 minutos) y cuando nos despedimos, nos besamos. No se quien besó a quien, pero pasó. Sólo le dije adiós y literalmente salí corriendo. Se que en ese momento debería haberme puesto feliz pero no. Me asusté, no podía creer lo que acababa de pasar. Al día siguiente (viernes) fuimos al cine (antes del beso, ya habíamos quedado). Traté de hacer cómo que nada había pasado, pero cuando lo saludé, me besó. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda y durante la función me mantuve lo bastante alejada cómo para qué pasara algo pero sin ser tan obvia.
La siguiente semana me enfermé de gripa y usé eso cómo pretexto para no verlo. Se qué no podía evitarlo para siempre. Al principio, él me buscaba diario pero supongo que se hartó o entendió porque lo estaba ignorando y dejó de buscarme.
Después de casi dos semanas, me armé de valor y le mandé un mensaje. Sí me contestó, pero cuando le pregunté que si nos veíamos hoy, no contestó más. No quise insistir.
Ahora quiero llorar, lo se, es mi culpa. Yo fui quien siempre lo veía cómo algo más que un amigo y cuando se me iba a hacer realidad, huí. No se ni que decirle, ni siquiera se qué siente ó qué piensa. Tengo miedo de que ha no volvamos a ser cómo antes. :(